Destilar es separar.
Separar el dolor del placer,
la alegria de la tristeza.
¿Y todo esto para qué?
Para curar el alma o el cuerpo
si ambos no se pueden separar?
Materia inútil la del alquimista
que busca oro del vulgo
y oculta a la mente ese saber
cubierto por una capa inmensa
de flores marchitas y silencio polvoriento.
Olvidar, si, amar para siempre la pena,
acentuar el misterio de que la
naturaleza humana es tan
limitada como indivisible.
Solo la disolución dejará esa capa
putrefacta de sal ígnea.
Alquimia de Sal. Destilatio
Tertulia literaria Äl-Bakri
Me dejas sorprendido... Para bien
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